Declaran culpable a NSO y Pegasus por espiar usuarios a través de WhatsApp
Ha ocurrido un precedente importante en términos de privacidad digital, ya que un juzgado en los Estados Unidos ha determinado que la compañía de Israel llamada NSO Group, desarrolladora del software espía Pegasus, ha sido la responsable de hackear las comunicaciones de miles de usuarios mediante la aplicación de mensajería instantánea, WhatsApp.
El fallo de este juzgado representa una victoria histórica en la eterna lucha por la protección de los derechos digitales, poniendo en evidencia las graves consecuencias del espionaje informático del que todos podemos ser víctimas en estos tiempos.
Esta demanda ha sido presentada por la aplicación de mensajería WhatsApp, la cual es una subsidiaria de la empresa matriz Meta, en el año 2019. De esta forma, la plataforma acusó formalmente a NSO Group de explotar una vulnerabilidad en su sistema de llamadas de vídeo, con el fin de instalar el software Pegasus.
Este potente spyware fue instalado en los equipos de más de 1400 usuarios en más de 20 países. Entre sus víctimas se encontraron activistas de derechos humanos, funcionarios gubernamentales, diplomáticos y periodistas.
El infame software Pegasus permite un acceso casi total y sin precedentes a los dispositivos, desde la lectura de mensajes y correos electrónicos, hasta la activación de las cámaras fotográficas y micrófonos sin que los usuarios se dieran cuenta. Asimismo, la empresa NSO ha justificado el uso de este spyware con el argumento de que lo vende a gobiernos para luchar contra el terrorismo y el crimen organizado.
No obstante, las pruebas que ha presentado WhatsApp han demostrado que el programa ha sido utilizado para espiar a personas y civiles inocentes, violando sus derechos fundamentales. En el mes de julio del 2023, un tribunal de apelaciones en el país norteamericano rechazó el argumento de inmunidad soberana del grupo NSO, quienes afirmaban que estaba protegida por trabajar con gobiernos extranjeros.
Sin embargo, el tribunal dictaminó que la empresa israelí, como organización privada, no tiene derecho a la protección que argumentaban bajo las leyes estadounidenses.
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Ante esto, el juzgado dictaminó que la empresa es responsable de hackear WhatsApp y de las consecuencias de sus acciones. Este histórico fallo ofrece oportunidades de que las víctimas encuentren reparaciones, representando un gran paso para la rendición de cuentas de las empresas tecnológicas cuando incurren en actividades ilegales.
La sentencia contra NSO Group ha tenido un impacto clave en el ámbito de la seguridad informática y en la privacidad. Esto refuerza la idea de que las organizaciones de tecnología pueden ser responsabilizadas por abusos relacionados con el uso de sus productos, incluso si están operando en un contexto de contratación por parte de gobiernos.
Igualmente, ha sentado un precedente para otras empresas de tecnología que puedan estar involucradas en actividades parecidas a la del software Pegasus. Esto evidencia la preocupación creciente por el uso indebido de tecnologías avanzadas para el espionaje. Tal es el caso de compañías como WhatsApp, que si bien se promocionan como una herramientas seguras de comunicación, se ven amenazadas en el compromiso de la confianza de los usuarios.
