Microsoft exigirá suscripción para aplicar parches en caliente en Windows Server
El gigante tecnológico Microsoft ha dado un paso importante en la evolución de sus servicios de actualización, al anunciar que el sistema de hotpatching en Windows Server 2025 va a dejar de ser gratuito y va a pasar a forma parte de una modalidad de suscripción paga.
Esta tecnología, ampliamente valorada por administradores de sistemas y profesionales de TI, permite aplicar parches de seguridad en tiempo real, sin la necesidad de reiniciar el servidor, lo que supone una mejora considerable en términos de continuidad operativa y reducción de tiempos de inactividad.
La compañía ha hecho un llamado a los administradores para que aprovechen el período actual de prueba gratuita, el cual va a permanecer vigente hasta el 30 de junio de 2025. A partir del 1 de julio de este año en curso, quienes deseen continuar utilizando esta herramienta deben contratar una suscripción cuyo coste es de 1,50 USD por núcleo de CPU al mes.
Este cambio va a marcar una transición clave en la estrategia de Microsoft respecto a la forma en que distribuye y monetiza soluciones críticas para la seguridad informática de sus entornos empresariales.
Además, el gigante tecnológico ha emitido una advertencia específica para los usuarios que actualmente participan en la vista previa del servicio; si no se dan de baja antes de que finalice el mes de junio, van a ser inscritos en la nueva modalidad de pago de forma automática.
Este aviso busca garantizar la transparencia y evitar cargos no deseados a quienes hayan accedido a la versión preliminar sin atención de mantener el servicio de forma activa tras su inminente lanzamiento oficial.
El hotpatching ha sido introducido por primera vez en febrero del 2022, específicamente para las ediciones Datacenter de Windows Server 2022 dentro del entorno Azure. Su objetivo principal es permitir la instalación de actualizaciones críticas de seguridad sin afectar los procesos en ejecución, modificando directamente el código en memoria y eliminando la necesidad de reiniciar el dispositivo tras cada instalación.
Esta capacidad, anteriormente exclusiva del ecosistema Azure, se amplía ahora a entornos híbridos y locales mediante la integración con Azure Arc.
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Para hacer uso de esta funcionalidad fuera de Azure, es imprescindible contar con un servidor ejecutando Windows Server 2025, en sus versiones Standard o Datacenter, conectado a través de Azure Arc. Una vez establecido este vínculo, los usuarios deben dirigirse al Azure Update Manager dentro del portal de Azure, seleccionar el servidor correspondiente y habilitar la opción de hotpatching.
Esta integración representa un paso más en la estrategia de Microsoft por consolidar su enfoque de nube híbrida, ofreciendo herramientas avanzadas más allá de los límites del entorno Azure tradicional.
Cabe destacar que, aunque el hotpatching permite aplicar la mayoría de los parches sin interrupciones, existen excepciones relevantes. Ciertos tipos de actualizaciones, como los parches para plataformas que no son de Windows, por ejemplo, .NET, y las actualizaciones del sistema no relacionadas con la seguridad, aún requieren reinicios para ser efectivas.
Esto significa que, si bien se reduce notablemente la necesidad de pausas programadas, no se elimina por completo en todos los escenarios.