Desconectarse por completo es posible si sabes por dónde empezar | TIC Defense te ofrece algunos consejos
En estos tiempos resulta alarmante cuánto saben acerca de nosotros los servicios en línea y peor, gente desconocida. La mayor parte de esta información la subimos nosotros, debido a que el usuario promedio tiene, al menos, decenas o cientos de cuentas en línea.
Por esta razón, es muy importante hacer búsquedas de nosotros mismos, aunque suene vanidoso, ya que nuestro rastro digital se ha acumulado durante años. Las redes sociales, foros, anuncios antiguos en Marketplace, entre otros. Todo lo escrito permanece allí, en Internet, esperando para estallar como una verdadera bomba de tiempo.
Sabemos que vídeos, comentarios y fotografías publicadas con descuido pueden volverse virales años después, causando graves problemas que llegan desde el pasado. Muchos de nosotros pensamos, ¿quién nos mira? Pues créenos, son muchos los que lo hacen.
Desde exparejas, anunciantes y estafadores hasta gobiernos y empleadores. Estos últimos analizan tu historial de forma sistemática antes de contratarnos. Además, hay miles de casos de filtraciones que se usan para doxing y acoso.
Si no gestionamos esto, el rastro puede volverse en nuestra contra. Por supuesto, es imposible borrarlo todo, pero sí podemos minimizar la información que se encuentra disponible. Por ello, TIC Defense va a mostrar cómo hacer ciertas cosas sin caer en los extremos.
Lo primero que debemos hacer es buscarnos en Google. Basta con introducir nuestro nombre, email y nombre de usuario principal en el buscador más usado del planeta. Aparte de algunas búsquedas manuales, existen algunas herramientas como Namechk y Wb Cleaner, las cuales pueden verificar la disponibilidad de usuarios en múltiples redes sociales y nos pueden buscar en diversos motores de búsqueda, sin repetir las consultas.
Otra cosa que podemos hacer es deshacernos de cuentas y de publicaciones antiguas, luego de borrar cuentas falsas y poner en lista las legítimas, hay que eliminar las que consideremos superfluas y que estén obsoletas. Si tenemos menos cuentas activas con nuestros datos, mejor. No hay que confiarse en la búsqueda inicial o en nuestra memoria.
Es importante que revisemos nuestros archivos en el correo electrónico para poder ver cuáles sitios nos siguen enviando mensajes como usuarios, del mismo modo que debemos revisar el gestor de contraseñas. Para borrar cuentas de forma rápida, podemos usar el servicio de código abierto llamado JustDeleteMe. Incluye extensiones para Google Chrome y Mozilla Firefox, mostrando lo sencillo o complicado que es borrar nuestra información en sitios específicos.
Nuestras cuentas solo son la mitad del camino, debido a que, muchas veces, las redes sociales generan perfiles ocultos con datos que pueden persistir tras eliminar nuestras cuentas. Igualmente, pueden incluir información que nunca compartimos de forma directa. Para ilustrarnos con un ejemplo, si dimos a Facebook acceso a nuestros contactos, todos podrían eliminar ese perfil que está oculto.
Algo más preocupante sucede cuando ciertas cuentas ocultas se crean para usuarios que ni siquiera están registrados, con datos de otros servicios y plataformas. Tenemos que revisar apps antiguas y revocar el acceso a datos sensibles como contactos, ubicación, fotografías, entre otros.
Además, es nuestro deber supervisar minuciosamente los permisos que concedemos, debido a que si las cuentas de Apple, Google o de redes sociales siguen vinculadas a un servicio de terceros que ya no se utiliza, dichas cuentas siguen estando activas. Por ello, hay que desvincular estas cuentas, debido a que las conexiones obsoletas aumentan el riesgo de filtración de datos.